OBRA DE JOSÉ MARÍA ARGUEDAS
Yawar Fiesta (1941):
Plantea un problema de desposesión de tierras
que sufren los habitantes de una comunidad. Con esta obra el autor cambia
algunas de las reglas de juego de la novela indigenista, al subrayar la
dignidad del nativo que ha sabido preservar sus tradiciones a pesar del
desprecio de los sectores de poder. Este aspecto triunfal es, de por sí,
inusual dentro del canon indigenista, y da la posibilidad de entender el mundo
andino como un cuerpo unitario, regido por sus propias leyes, enfrentado al
modelo occidentalizado imperante en la costa del Perú.
Los
ríos profundos (1958)
José
María Arguedas propone la dimensión autobiográfica como clave interpretativa.
En esta obra se nos muestra la formación de su protagonista, Ernesto (que
recobra el nombre del niño protagonista de algunos de los relatos de Agua),
a través de una serie de pruebas decisivas. Su encuentro con la ciudad de
Cuzco, la vida en un colegio, su participación en la revuelta de las mujeres
indígenas por la sal y el descubrimiento angustioso del sexo son algunas de las
etapas a través de las cuales Ernesto define su visión del mundo. El mundo de
los indios asume cada vez más connotaciones míticas, erigiéndose como un
antídoto contra la brutalidad que tienen las relaciones humanas entre los
blancos.
El zorro de arriba y el zorro de abajo
La última
novela de Arguedas, que se publicó póstuma en 1971, quedó inacabada por el
suicidio del escritor. Los capítulos que consiguió escribir están ambientados
en Chimbote, un puerto pesquero del norte que sufre un desarrollo impetuoso y
caótico. El autor alterna la representación dramática de los costes humanos de
este crecimiento, especialmente la pérdida de identidad cultural de los indios
trasplantados a la ciudad, con apuntes de diario, de los cuales emerge la
decisión, cada vez más inexorable, de suicidarse.
Todas
las sangres, 1964
Arguedas
reanudó, sobre bases más amplias, la representación del mundo andino. Del
relato autobiográfico se pasa a un cuadro general que comprende las
transformaciones económicas, sociales y culturales que suceden en la sierra
peruana. A través de la historia de una familia de grandes latifundistas, el
autor afronta las consecuencias del proceso de modernización que avanza sobre
un mundo todavía feudal.
Todas las sangres es ciertamente un proyecto narrativo de largo
aliento y mucho más ambicioso que los anteriores, pues pretende sopesar todos
los modelos que se presentan como alternativos para construir y configurar la
sociedad peruana. A ello obedece su estructura coral, en la cual se enfrentan
el proyecto capitalista, el orden feudal y un boceto de capitalismo nacional.
Pero el autor invalida cada uno de ellos, proponiendo como legítimo un modelo
social comunitario que no desdeña, empero, la modernización. Todas las sangres
elevan el problema indígena a problema nacional, e incluso le brinda un tinte
universal, en la medida en que el conflicto expresado en la novela corresponde
ya en ese momento al llamado Tercer Mundo.
El Sexto
Durante el noviembre de 1937 y octubre de 1938 José María Arguedas fue apresado por participar en una manifestación estudiantil a favor
de la República Española. Consecuencia de esto fue a prisión durante un año,
periodo que le permitió escribir un texto titulado como el “El Sexto”, en el
cual se relata un testimonio, que
denuncia el horror carcelario y
las experiencias de un estudiante universitario llamado Gabriel, al
llegar al penal es enviado al pabellón donde se encuentran los políticos donde
conoce a los líderes de los apristas y comunistas, con los que no compartía las
mismas ideas.
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